Ya sabes leer pero es importante que vayas más deprisa. Para esto, igual que para hacer deporte, tienes que entrenarte. El entrenamiento no se hace todo de golpe, se tiene que practicar un poco cada día.
(Cuadernos “Lector”. Ed. Arcada)
- Se les debe leer al menos 10 minutos al día. Lo hará alguien que les sirva de modelo, un buen lector: Leerá un cuento, una lectura interesante que sea breve y, si es un libro más largo, suspenderá la lectura hasta el día siguiente en un punto que sea interesante, que haga sentir curiosidad por lo que pueda ocurrir después.
- Luego, ellos leerán esa misma lectura de forma silenciosa, sin mover los labios.
- La persona mayor leerá una oración y la menor, repetirá esa misma oración, leyéndola también.
- La persona mayor leerá una oración, frase o un breve párrafo y la menor, lo siguiente, alternándose.
PARA TODOS:
Para los trabajos de la escuela y para muchas otras situaciones, es importante leer lo mejor posible, con exactitud, rapidez y comprensión. Lee sin mover los labios, para ti. El entrenamiento lector no se hace todo de una vez, como en los deportes, hay que practicar un poco cada día. Para leer bien, hace falta practicar mucho. Intenta leer frases enteras comprendiendo su significado. Procura no volver atrás. Si algunas palabras no las entiendes, sigue leyendo porque, muchas veces, el resto del texto te ayuda a entenderlas.
(Cuadernos “Lector”. Ed. Arcada)
- Ver que la familia lee.
- Leer al menos 10 minutos al día.
- Tener siempre, en su mesita de noche o cabecera de la cama, un libro.
- Comentar en familia algunos libros y lo atractivos que son.
- Conocer las partes de un libro y hablar sobre ello.
- Visitar la biblioteca municipal, mostrarles sus diferentes partes y utilizar el servicio de préstamo de libros.
- Ir a librerías y ojear los libros.
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