Esta actividad, que ha tenido una magnífica aceptación por parte de todo el alumnado, ha sido coordinada por la profesora Mercedes Entisne con la colaboración del resto del profesorado y de Lupe Ruiz, madre de una alumna de primero.
Queremos inculcar a los niños y niñas de nuestro centro que las tareas domésticas , en contra de lo que puedan creer, no son meras actividades rutinarias sino que "permiten el desarrollo de la creatividad y son reconfortantes, ya que cuidan y mantienen limpio el espacio en el que vivimos. Comer sano, mantener un orden, llevar ropa limpia, etc. nos hace más cómoda y placentera la existencia"(*).
Educar a nuestros hijos e hijas en el reparto de tareas, no sólo es inculcarles el sentido de la responsabilidad sino también el respeto por todas las personas con las que conviven, haciéndoles, al mismo tiempo, un poco más autosuficientes. Asimismo, toman conciencia del esfuerzo y dificultad que puede suponer la realización de estas tareas, con lo cual respetan más el trabajo ajeno.
Por otro lado, enseñarles a adquirir la responsabilidad sobre determinadas tareas domésticas, desde muy pequeños, supone proporcionarles una buena base para la adquisición de hábitos de trabajo que les será útil a la hora de encarar tareas de otra índole.
Por otro lado, enseñarles a adquirir la responsabilidad sobre determinadas tareas domésticas, desde muy pequeños, supone proporcionarles una buena base para la adquisición de hábitos de trabajo que les será útil a la hora de encarar tareas de otra índole.
Todo el alumnado ha participado con entusiasmo en este taller. Nadie quería quedarse sin intervenir en las actividades organizadas.
(*) Extraído de "Coeducación e igualdad de oportunidades" publicado por la CEAPA.
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